El Circuito Internacional Enzo y Dino Ferrari de Imola (Italia), conocido en todo el mundo por las emocionantes competiciones automovilísticas que allí se celebran, lleva más de cincuenta años marcando el camino en el ámbito deportivo, histórico, cultural y económico, no solo en su región, sino en todo el país. Alcanzó nuevos picos de excelencia en 1981, cuando el circuito de carreras acogió por primera vez el Gran Premio de Fórmula 1 de San Marino.
A lo largo de los años, el paddock, un área esencial por la que los pilotos y los equipos deben pasar para acceder a la pista, ha sido objeto de una serie de iniciativas de repavimentación y mantenimiento. El paddock consta de dos partes principales: El paddock 1 se encuentra detrás de los boxes y alberga camiones, coches y motos. El paddock 2 está situado cerca de la curva Rivazza y se utiliza como extensión del paddock 1 en los días de competición, así como zona de pruebas para coches y motos.
El sistema hídrico se construyó en el verano de 2013, permitiendo que ciertas áreas del paddock 2 se pudiesen inundar con el fin de realizar pruebas de aquaplaning.
La maquinaria consiste en una bomba sumergida que extrae el agua de un depósito subterráneo de recogida, situado junto a la zona de servicio, y tres series de boquillas, que están convenientemente situadas debajo de la superficie de la carretera.
El sistema está completamente automatizado y se controla mediante un panel de control con dos modos de control:
- los controles locales, ubicados en el frontal del panel
- y los controles remotos, accionados por medio de un pulsador a distancia, que permite al copiloto activar las válvulas durante las pruebas.
La alta velocidad de reacción del sistema es la clave para el rendimiento del equipo. Se elimina la señalización poco fiable, garantizando lecturas inmediatas y en tiempo real.
- Excelente optimización del PI gracias a la función de osciloscopio durante la fase de prueba.
- El nivel de protección IP66 permite obtener un notable ahorro económico.
- Modo reposo. Esta función reduce drásticamente el desgaste de la bomba y el consumo de energía, al detener la unidad en puntos de ajuste definidos, garantizando un consumo energético mínimo. El convertidor de frecuencia reinicia el funcionamiento de la bomba tan pronto como la presión desciende por debajo del valor programado.
Protección de entrada IP66
El convertidor de frecuencia VLT® AQUA Drive FC 202 de 37 kW de potencia, con clase de protección IP66, controla la presión en las tuberías mediante una señal de realimentación (4-20 mA) emitida directamente desde un transductor de presión. La clase de protección IP66 permite una instalación inmediatamente adyacente al depósito, reduciendo así al mínimo la longitud de la alimentación de la bomba.
Programado en modo «lazo cerrado» y con unos valores de PI convenientemente calculados, el convertidor de frecuencia permite que el sistema funcione de forma muy dinámica, reduciendo al mínimo los tiempos de reacción. Esto significa que, partiendo de una bomba cerrada, se puede alcanzar la presión objetivo de 3 bar en 2 segundos. Después de todo, ¡aquí la velocidad está en casa!
Rendimiento y factores clave
Este rendimiento verdaderamente excepcional se obtiene gracias a una serie de características especiales del VLT® AQUA Drive:
- Varias fases diferentes de rampas permiten la adaptación flexible de las rampas de aceleración y desaceleración para satisfacer las necesidades de la aplicación. La rampa inicial permite limitar el tiempo necesario para que la bomba alcance una velocidad mínima específica. Esto puede resultar fundamental en aplicaciones de bombas sumergidas, cuando es necesario salir del estado de baja velocidad lo más rápidamente posible para evitar que la bomba sufra daños. El parámetro de rampa final permite obtener esta misma función al detener la bomba.
- Velocidad de arranque PI. Este parámetro asegura que el controlador de PI se active solo después de que la bomba haya alcanzado la velocidad de presión máxima, acelerando así aún más el sistema.
- Filtro de tiempo en la señal de realimentación. Las rápidas fluctuaciones del agua dentro de los tubos generan turbulencias, que son registradas por el transductor de presión. En este caso, se puede utilizar la señal de realimentación filtrada.