Durante la última década, la sociedad y la industria han debatido a nivel internacional acerca de las oportunidades para reducir el impacto de las emisiones directas procedentes de los sistemas de refrigeración y aire acondicionado. Con el acuerdo de 2016 sobre la enmienda del Protocolo de Montreal con una reducción gradual de los HFC, se ha establecido una dirección hacia el uso de refrigerantes de bajo GWP. Sin embargo, todavía deben realizarse muchos esfuerzos para implantar la reducción gradual de su uso y pasar de forma segura a nuevos refrigerantes con un GWP mucho más bajo. Los refrigerantes HFC que más se utilizan hoy en día, es decir, el R134a, el R404A y el R410, presentan valores de GWP que oscilan entre 1400 y 4000.
El Reglamento sobre gases fluorados de la UE introdujo la reducción gradual del uso de los HFC a partir de enero de 2015 y hasta el año 2030. En este período, se reducirá la disponibilidad de gases fluorados en un 79 %.
Todavía se desconoce el impacto de la reducción gradual decidida, que también dependerá de cada mercado específico. Sin embargo, es probable que, debido al tamaño del mercado, a las aplicaciones críticas y a la claridad del reglamento, la nueva situación dé lugar a innovaciones que afecten a las decisiones y los movimientos del mercado en el futuro. Dado que muchos fabricantes intervienen a nivel mundial, las nuevas condiciones del mercado conducirán a una mayor transferencia de tecnología. Ya se ha dado el pistoletazo de salida al abandono de los refrigerantes con alto GWP.
Danfoss, como uno de los líderes del sector de la refrigeración y el aire acondicionado, ha realizado sus propias proyecciones en relación con los principales refrigerantes y aplicaciones, en función de la velocidad de la transición.