¿Te imaginas cuán diferente sería tu vida sin la capacidad de almacenar alimentos durante un período prolongado o controlar la temperatura de tu hogar? Piense cuánto tiempo usaría de su semana para comprar otro artículo perecedero o qué tan incómodo estaría sin aire acondicionado para mantenerse fresco en un caluroso día de verano. Si bien nos cuesta imaginarnos estos escenarios, para mucha gente en los países en desarrollo son las realidades que enfrentan todos los días. De hecho, actualmente hay mil millones de personas en todo el mundo que no tienen acceso adecuado a la refrigeración.
La buena noticia es que los recientes desarrollos en energía y refrigeración están a punto de mejorar la situación de estas personas en gran medida y darles un nuevo estándar para su calidad de vida. Sin embargo, estos cambios emocionantes tienen un coste y, si no tomamos las medidas adecuadas, nuestro clima global podría sufrir.
Los países en desarrollo eligen primero las soluciones de refrigeración
A medida que la ONU se centra en alentar el acceso a la energía limpia y asequible para todos como parte del Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 (ODS 7), más personas pronto tendrán un acceso más fácil a la energía. Como una de las primeras cosas que las personas tienden a comprar después de obtener acceso a la electricidad es una nevera o un aire acondicionado, se prevé que la demanda de estos productos se disparará en un 625% para el 2050. Desafortunadamente, la refrigeración en los países en desarrollo se suministra en las versiones menos eficientes de estos dispositivos, ya que son más baratos y están más disponibles. El efecto secundario preocupante será un fuerte aumento en el calentamiento global.
Se pronostica que la refrigeración en todo el mundo creará 1.500 millones de toneladas de CO2 por año (durante los próximos 15 años) debido a un aumento en la demanda de electricidad, una cantidad equivalente a tres veces las emisiones de energía actuales de Brasil.
Cómo lograr una refrigeración eficiente y sostenible para todos
El aumento de la disponibilidad de tecnología de refrigeración eficiente en energía es la solución a estas preocupaciones sobre el calentamiento global. La buena noticia es que la tecnología ya existe. Por ejemplo, las soluciones de Danfoss pueden permitir el uso de refrigerantes naturales en sistemas de refrigeración, que pueden reducir la huella de refrigeración en un 60%.
Sin embargo, hay importantes obstáculos en las políticas que deben eliminarse para que estas soluciones sean viables. La refrigeración ha estado insuficientemente representada en las discusiones de política energética durante demasiado tiempo en comparación con el calor, la potencia y el transporte. Los costes económicos y sociales son poco conocidos y comunicados, por lo que corremos el riesgo de encerrar a los países en vías de desarrollo en una refrigeración de alto consumo de carbono e ineficientes en energía.
Para ayudar a los legisladores y empresas a abordar opciones de aire acondicionado y refrigeración limpias y eficientes, Sustainable Energy for All (SEforALL), la organización responsable de implementar el ODS 7, ha formado un nuevo panel de expertos mundiales en refrigeración para impulsar su nueva iniciativa Cooling for All. Como presidente de Danfoss Cooling, me invitaron a representar a Danfoss en el panel mientras ayudamos a Cooling for All a establecer una línea de base del estado actual de la refrigeración. Esta línea de base proporcionará una descripción general de la tecnología de eficiencia energética que existe hoy en día, así como también destacará casos reales que ilustran las oportunidades disponibles.
A nivel mundial, la refrigeración es contraproducente: cuanto más combustible fósil quememos para mantener nuestra comida y nosotros mismos frescos, cuanto más carbono emitamos, más se calentará el planeta y más combustible fósil necesitaremos quemar para mantener la refrigeración. La iniciativa Cooling for All es nuestra mejor oportunidad de encontrar soluciones para que podamos cumplir tres acuerdos importantes: el Acuerdo Climático de París, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y la Enmienda Kigali del Protocolo de Montreal, y hacer realidad una refrigeración sostenible.
Si podemos lograr esto, podemos mejorar la calidad de vida de mil millones de personas mientras mantenemos frío nuestro planeta.
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