Energía de distrito

Las redes de energía de distrito abastecen a los edificios con fuentes de energía disponibles localmente y pueden, por ejemplo, utilizar el calor excedente de procesos industriales o supermercados, que de otro modo se perdería. La energía de distrito reducirá el coste neto del sistema energético al integrar la energía renovable, reciclar el calor y el frío locales y almacenar el excedente de electricidad renovable en forma de calor. El almacenamiento del calor resulta cien veces más barato que el almacenamiento de la electricidad. 

Para permitir que la energía de distrito acelere la transición energética, la Directiva de Energía Renovable debe hacer tres cosas:

1. Promover la energía de distrito e impulsar la modernización de las redes existentes: Un mayor volumen de energía de distrito reducirá considerablemente los costes del sistema energético, mediante el uso de recursos de calefacción y refrigeración disponibles localmente, y reducirá las costosas importaciones de energía. Muchas de las redes existentes en Europa tienen grandes pérdidas de calor y necesitan mejores controles de la distribución del calor y el frío.
2. Reconocer que el calor y el frío residuales, que son inevitables, resultan tan valiosos como el calor y el frío generados por las energías renovables: esto incentivará al mercado a invertir en redes de baja temperatura y en la recuperación de grandes cantidades de excedentes de calor y frío (procedentes, por ejemplo, de sistemas de refrigeración y procesos industriales) que, de otro modo, no se utilizarían.
3. Garantizar que agentes comerciales como los supermercados y los centros de datos puedan suministrar su exceso de calor a la red a cambio de una remuneración justa.