En los eventos deportivos de bobsleigh y luge, cada centésima de segundo cuenta para los pilotos. Además de las habilidades de conducción y la capacidad deportiva, las instalaciones de alta tecnología también son muy importantes. Para poder ofrecer a estos deportes unas condiciones de entrenamiento y competición adecuadas, el Centro Deportivo y de Eventos Olympia de Innsbruck ha modernizado ampliamente su pista, que fue construida para los Juegos Olímpicos de 1976, y la ha adaptado a los estándares actuales.
Durante el proceso de licitación de los nuevos sistemas de refrigeración, los factores decisivos fueron los costes energéticos y de inversión necesarios para la explotación de la instalación. ENERTEC Naftz & Partner OEG logró presentar el concepto más atractivo al especificar los convertidores de frecuencia VLT® para el control del separador y las bombas de amoníaco. Cofely Kältetechnik llevó a cabo los trabajos de modernización.
Centro Deportivo y de Eventos Olympia de Innsbruck
El bobsleigh, el luge y el skeleton mantienen una orgullosa tradición en Innsbruck-Igls. Ya en 1935, Innsbruck acogió por primera vez el Campeonato del Mundo, aunque fue en la pista de hielo natural del Patscherkofel. Se utilizó hielo artificial por primera vez en la pista construida para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1976.
Hoy en día, después de un extenso trabajo de modernización, la pista de bobsleigh, luge y skeleton, que cuenta con una longitud total de 1270 metros, está considerada una vez más como una de las pistas de hielo artificial más vanguardistas de Europa. Con una elevación de 100 metros, 14 curvas y su legendaria curva Kreisel (circular), ofrece a las asociaciones nacionales e internacionales unas condiciones perfectas para el entrenamiento y la competición. También es popular entre los talentos deportivos nacionales y está disponible para su uso durante unos cuatro meses y medio en la temporada de invierno.
En la última temporada, desde principios de noviembre hasta finales de marzo, los atletas utilizaron la pista para 210 descensos rápidos al día durante los 125 días de funcionamiento. Esto sumó un impresionante total de 26 000 descensos durante la temporada.
A pesar de este intenso uso, la calidad del hielo es siempre máxima. El nuevo sistema de refrigeración garantiza unas condiciones perfectas de la pista durante toda la temporada. Los experimentados especialistas de Cofely Kältetechnik fueron los encargados de modernizar la tecnología de refrigeración, cuyo coste fue aproximadamente de un millón de euros.
Además de los muchos años de experiencia de Cofely, el concepto de modernización propuesto fue también un factor decisivo a la hora de adjudicar el contrato. Los argumentos convincentes del plan incluían la combinación de costes energéticos y de inversión.
Un ahorro del 20 %
Los cálculos muestran que el operador logra una reducción de los costes de electricidad de alrededor del 20 %.
80 kilómetros de tuberías de refrigerante
Para enfriar de la mejor manera posible los aproximadamente 5500 m² de superficie de hielo, se han colocado unos 80 kilómetros de tuberías de refrigerante a lo largo de la pista. El componente clave del sistema de refrigeración es el separador. Funciona con tres compresores de tornillo, con una potencia frigorífica de 2700 kW. La carga base se suministra a través de un convertidor para compresores, el cual se controla por frecuencia por un convertidor VLT® HVAC FC 102. Con una potencia eléctrica de 315 kW, está diseñado para velocidades de rotación de hasta 4000 rpm. Otros dos compresores de tornillo, cada uno de ellos accionado por un motor de 200 kW, se conectan cuando es necesario. Alrededor de
38 toneladas de refrigerante NH3 de amoníaco natural circulan por las tuberías de refrigerante del sistema de refrigeración más grande de Austria. El refrigerante de amoníaco natural ofrece beneficios tanto técnicos como ecológicos. En comparación con otros refrigerantes, es muy económico y seguro, y también sostenible desde el punto de vista medioambiental, ya que el amoníaco no daña la capa de ozono ni contribuye al efecto invernadero.
Calidad de hielo perfecta
Para conseguir el mejor entrenamiento y las mejores competiciones posibles, es fundamental contar con un hielo perfecto en la pista. Son varios los factores que pueden tener un impacto negativo en la calidad del hielo. En los primeros puestos de esta lista se encuentra la diferencia de altura de 100 metros entre la salida y la llegada. Aquí, de forma rápida, la diferencia de temperatura puede llegar a ser de entre 4 y 5 grados. Si también hay luz solar en partes de la pista, las variaciones de temperatura pueden llegar a alcanzar los dos dígitos. Sin un control complejo y segmentado de la temperatura, no sería posible un enfriamiento uniforme de la pista.
La pista está dividida en 42 secciones. Para optimizar la temperatura en cada sección de acuerdo con los requisitos establecidos, cuenta con un sensor de temperatura exterior y un sensor de la pista. Para controlar el refrigerante, Cofely optó para este proyecto por las válvulas motorizadas Danfoss ICM con servomotores ICAD 1200/600. Tienen botones controlados por menús y una pantalla integrada. Esto permite realizar fácilmente los ajustes relacionados con la aplicación y comprobar el nivel de apertura actual de la válvula durante su funcionamiento. Esta tecnología permite optimizar la calidad del hielo a lo largo de los 1200 metros de la pista y compensar en gran medida las variaciones de temperatura.
Bombas eficientes para amoníaco
Un tema importante para el operador de la pista era la eficiencia energética del sistema. En el diseño de las cuatro bombas de amoníaco y de los ventiladores para los cuatro condensadores de evaporación, los proyectistas de Cofely Kältetechnik volvieron a apostar por los convertidores de frecuencia VLT® de bajo consumo energético.
Las 38 toneladas de refrigerante presentes en la tubería de refrigerante deben circular con un caudal definido de acuerdo con las condiciones climáticas. Esto está garantizado gracias al uso de cuatro potentes bombas, cada una de las cuales está controlada por un VLT® HVAC Drive.
Cofely también optó por la eficiente tecnología de los convertidores de frecuencia VLT® HVAC Drive para el control de los cuatro ventiladores de los condensadores de evaporación.
La fiabilidad y el servicio marcan la diferencia
Los eficaces convertidores de frecuencia de CA conforman actualmente la columna vertebral de la moderna tecnología de refrigeración, como se puede comprobar en la pista de bobsleigh, luge y skeleton de Innsbruck-Igls. El innovador convertidor de frecuencia VLT® HVAC Drive de Danfoss es un componente esencial de este sistema, ya que garantiza de forma fiable el funcionamiento completo de la pista y un alto nivel de eficiencia energética. Como operador, el Centro Deportivo y de Eventos Olympia de Innsbruck confía en la calidad y el servicio eficiente de Danfoss.