Convertidores para bombeo de agua

Tanto si se utilizan aguas superficiales como subterráneas para la producción de agua, los convertidores de frecuencia Danfoss pueden ayudar a optimizar el proceso y reducir el consumo energético y los costes de mantenimiento. Una aplicación habitual es el control de bombas de pozos profundos, donde el avanzado monitor de velocidad mínima integrado asegura la suficiente lubricación para proteger la bomba. El ahorro energético se obtiene seleccionando los pozos en función de la altura del nivel del agua. El convertidor VLT^® AQUA Drive también se utiliza ampliamente en la industria de desalinización para controlar las bombas de entrada y de alta presión, así como las bombas auxiliares vinculadas a la recuperación de energía.

En el ámbito del suministro de agua, la distribución de agua potable suele representar el mayor consumo de energía. Al mismo tiempo, no son inusuales las fugas del 25-50 %. Al dividir la distribución del agua por zonas de presión, la presión media puede reducirse a menudo entre un 30 y un 40 %. El convertido VLT^® AQUA Drive se utiliza con frecuencia en estaciones auxiliares de bombeo para regular la presión de cada zona de presión. Las funciones de software de aplicaciones integradas, como el modo de reposo, la detección de marcha en seco, la optimización automática de energía (AEO), el control en cascada, la compensación automática de caudal y las funciones de rampa, ayudan a simplificar la instalación y hacerla más fiable, así como a reducir el riesgo de golpes de ariete, controlar la presión y reducir el consumo de energía. 

Con el escaso acceso a los recursos hídricos disponible en algunas regiones del mundo, resulta cada vez más importante disponer de sistemas de riego eficientes y sostenibles. Se trata de suministrar suficiente agua para obtener el máximo rendimiento de los cultivos sin usar más agua y energía de lo que sea absolutamente necesario. Los convertidores de frecuencia Danfoss adaptan la presión o el caudal a las necesidades reales. Además, las funciones de software de aplicaciones integradas ayudan a proteger el sistema de tuberías, limitando el aumento de la presión y reduciendo el consumo de energía.

La solución definitiva y una tendencia en rápido crecimiento para reducir el consumo de energía es el uso de bombas alimentadas por energía solar. Danfoss Drives ha desarrollado una serie de inversores específicos para este fin. La gama de productos VACON^® incluye una encapsulación y un software avanzado diseñados específicamente para este entorno, lo que significa que su funcionamiento será posible incluso cuando las nubes bloqueen parcialmente el paso de la luz solar a los paneles fotovoltaicos.

La optimización energética y el control SCADA del sistema de canalización de aguas residuales es también una tendencia en auge. Con el uso de la función de barrido integrada en el convertidor VLT^® AQUA Drive, es posible mejorar el rendimiento de la bomba en un 15-30 % y también reducir drásticamente los costes de mantenimiento. La función de barrido evita que la eficiencia de la bomba se reduzca al aumentar el tiempo de funcionamiento y alargar los intervalos de mantenimiento de la bomba. El uso de un convertidor de frecuencia junto con un sistema SCADA también permite garantizar el uso de la capacidad máxima del sistema de canalización en relación con los aliviaderos de aguas pluviales.

La energía utilizada en el sistema de distribución de agua representa normalmente entre el 60 y el 80 % del consumo total de energía de todo el sistema de suministro de agua. Adaptando la presión a las necesidades reales mediante zonas de presión y potenciando las estaciones de bombeo, se puede conseguir un ahorro energético del 25-40 %. Al mismo tiempo, pueden reducirse las fugas de agua en un 30-40 %.

La regulación de la presión en la red también puede proporcionar los siguientes beneficios:

• Una reducción del 40-55 % en la cantidad de roturas de tuberías nuevas. 
• Reducción de los costes de mantenimiento y de las costosas reparaciones de tuberías y carreteras.
• Limitación del riesgo de presencia de bacterias y de contaminación del agua potable (infiltración).
• Mayor vida útil de la red. 
• Aplazamiento de las inversiones de modernización de las plantas.
• Reducción del riesgo de golpes de ariete.