¿Por qué usar CO₂ en refrigeración industrial?
Refrigerante no inflamable ni tóxico
El dióxido de carbono (CO2) pertenece a los llamados refrigerantes «naturales», junto con, entre otros, el amoníaco, hidrocarburos como el propano y el butano, y el agua. Aunque el amoníaco es un refrigerante excelente de uso general en aplicaciones de refrigeración industrial, en ocasiones existen ciertas limitaciones para su uso en áreas en las que la toxicidad o la inflamabilidad resultan problemáticas.
En estas y otras aplicaciones, las propiedades únicas del CO2 lo convierten en una alternativa atractiva:
El CO2 no es tóxico ni inflamable. En los lugares donde solo se permite el uso de una cantidad limitada de amoníaco, los sistemas con CO2 en cascada o secundarios son una muy buena solución.
Los sistemas con CO2 en cascada son muy eficientes para aplicaciones de baja temperatura, como por ejemplo para congelar pescado. Con CO2 se puede congelar el pescado más rápidamente y a temperaturas más bajas, mejorando la calidad y consumiendo menos energía que en el mismo proceso de congelación usando otros refrigerantes.
El CO2 es excelente como salmuera. La tasa de circulación requerida para una congelación eficiente con CO2 es muy baja, lo que reduce el tamaño de las bombas, así como el consumo energético. La eficiencia de transferencia de calor del CO2 es casi constante para todas las temperaturas prácticas, lo que lo hace muy atractivo como salmuera para aplicaciones de baja y media (hasta 0 °C) temperatura.
Los avances tecnológicos desde la década de 1920 han eliminado muchas de las barreras al uso del CO2 que había antes. No obstante, los usuarios de CO2 deben conocer muy bien sus propiedades únicas y tomar las medidas de precaución necesarias para evitar problemas en sus sistemas de refrigeración. Los especialistas de Danfoss pueden ayudarte a seleccionar los componentes adecuados, y la documentación que encontrarás en este sitio web cubre una gran parte de la experiencia de Danfoss con aplicaciones con CO2.