Preparativos para el invierno

Sube al máximo la temperatura de los termostatos del radiador. El radiador debe calentarse por completo. Si es así, no hay problema. Pero si el radiador no se calienta del todo o, lo que es peor, no se calienta en absoluto, tendrás que tomar otras medidas.

Si tu radiador no funciona correctamente, baja la temperatura y afloja cuidadosamente el tornillo de purga (en la parte superior del radiador), con la mano o con una llave para tubos. Ten un trapo a mano por si hubiera fugas. Debes escuchar un sonido sibilante que indica que el aire es expulsado por el agua. Cuando el agua empiece a salir a chorros, vuelve a apretar el tornillo. (Nota: si no sale agua, es posible que tengas que rellenar el depósito de expansión.)

Si has intentado aplicar el paso 2 sin éxito, es posible que la válvula del radiador esté atascada. Retira el termostato con una llave Allen o girando en sentido contrario a las agujas del reloj (en los modelos más nuevos). Presiona suavemente sobre el pasador de la válvula expuesta del radiador con el extremo plano de la llave Allen. Esta debería moverse unos 2-3 mm y rebotar hacia afuera.

Si el pasador de la válvula del termostato del radiador está atascado, alterna golpes suaves en el lado de la válvula con movimientos del pasador hacia fuera y hacia dentro, hasta que este último se suelte. Comprueba si hay fugas y vuelve a colocar el termostato.

Si ha realizado los pasos 1-3 y el radiador sigue sin funcionar correctamente, contacta con tu técnico de calefacción local. Con su experiencia, podrá ayudarte a solucionar tus problemas y conseguirás que recupere el calor en un abrir y cerrar de ojos.