El mundo tal como lo conocemos ha cambiado estos últimos meses, y volveremos pero no debemos volver a donde estábamos. En cambio, necesitamos reconstruir mejor, con un camino a seguir que combine el estímulo económico con políticas que tomen medidas serias contra el cambio climático. Al hacerlo, no hay forma de evitar los edificios. Son parte integral para lograr el futuro sostenible que queremos, ya que representan casi el 40% de la energía global y 1/3 de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). Por lo tanto, abordar el parque de edificios es esencial para encaminarse hacia la descarbonización. Al mismo tiempo, mejorar la eficiencia energética en los edificios es también una de las formas más rentables de reducir las emisiones de CO2 y ayudar a cumplir el Acuerdo de París.
Los edificios son fundamentales para recuperarse mejor
Se estima que se crearán entre 9 y 30 puestos de trabajo por cada millón de dólares invertidos en medidas de eficiencia energética en el sector de la construcción y las medidas tienen poco tiempo de anticipación.
Los beneficios de centrarse en los edificios van más allá de alcanzar los objetivos climáticos y la rentabilidad. También conserva y crea puestos de trabajo, lo que ayuda a acelerar la recuperación económica. En 2019, 220 millones de puestos de trabajo dependían de las inversiones en el sector de la construcción, lo que representa el 7% del empleo mundial total. En 2020, debido a la crisis del covid, ya se han perdido o están en riesgo más de 25 millones de puestos de trabajo, y se espera que las inversiones en eficiencia energética en edificios caigan casi un 15% desde alrededor de 150.000 millones de dólares en 2019.
Hemos visto este trabajo antes; tras la crisis financiera mundial de 2008, un programa de estímulo de los Estados Unidos centrado en la renovación de edificios creó más de 200.000 puestos de trabajo. Esto muestra que las decisiones políticas pueden tener un efecto de apoyo y activar las cadenas de valor locales, impulsando tanto la recuperación económica como la sostenibilidad ambiental.
Cada tonelada de CO2 ahorrada, no solo salva el clima, también ahorra en la factura de energía y libera dinero para impulsar la economía.
Así que ¿por dónde empezamos? Con calefacción y refrigeración eficientes que representan hasta el 80% del consumo energético de un edificio. Las soluciones técnicas ya están en el mercado, por lo que es solo cuestión de acelerar la implementación. La optimización de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado puede generar un ahorro energético medio del 30%, con un tiempo de amortización de 2 a 4 años sobre la inversión inicial necesaria.
El principal desafío - y oportunidad - es el parque de edificios existente. En la UE, estimamos que 9 de cada 10 edificios seguirán en pie en 2050. Eso significa que debemos acelerar sustancialmente la tasa de renovación actual utilizando la plétora de soluciones de eficiencia energética en el mercado actual. Muchas de estas soluciones tendrán un efecto inmediato en el consumo de energía y, por lo tanto, en las facturas de energía, liberando recursos para intervenciones adicionales y más sustanciales, lo que se denomina una renovación profunda.
Más allá de lo que podemos hacer para maximizar la eficiencia energética de un edificio individual, los edificios también son puntos de anclaje para el sistema energético general. Los edificios eficientes e inteligentes permiten sistemas de energía inteligentes e integrados que funcionan con una alta proporción de energía renovable. Las soluciones inteligentes permiten una gestión flexible de la demanda y una mayor eficiencia haciendo posible aprovechar las nuevas fuentes de energía sostenibles que se necesitan para descarbonizar el suministro de calefacción y refrigeración.
Podemos reciclar el exceso de calor de los supermercados y centros de datos y usarlo para calentar edificios a través de las redes de energía del distrito, por ejemplo, utilizando grandes bombas de calor para el almacenamiento.
Hagámoslo
Por lo tanto, el potencial de recuperarnos mejor tanto para las personas como para el planeta está frente a nosotros. Lo que necesitamos ahora es un enfoque de "poner a todos los actores sobre el escenario" y establecer y tomar acciones y objetivos concretos y ambiciosos.
Los puntos clave de dicho marco incluyen el establecimiento de un mínimo ambicioso de estándares de rendimiento energético para edificios nuevos y existentes, incluida la implementación de un esfuerzo concertado en la renovación de edificios. Actualmente, la tasa de renovación global es inferior al 1%. Esto debe aumentarse hasta el 3%, asegurando que también se capture todo el potencial de eficiencia energética de esas renovaciones, por ejemplo, mediante la introducción de requisitos para la optimización de los sistemas técnicos de construcción y el despliegue de soluciones "inteligentes". También debemos mirar más allá de los productos individuales en el sistema: esto se aplica tanto al edificio como al sistema energético en su conjunto. Para estos últimos, adoptar un enfoque de distrito significa que podemos crear sistemas que estén verdaderamente interconectados e inteligentes, aprovechando los beneficios de la verdadera integración del sector.
Finalmente, para acelerar todas estas oportunidades, es clave abordar la financiación, por ejemplo, apoyar el desarrollo de modelos de financiación para la modernización cuando se requiera innovación empresarial. De esta manera podemos estimular las economías y actuar sobre los cambios climáticos con un efecto rápido.
The opportunity is here, and so is the political impetus at EU level where the Green Deal already outlines actions on not just the Renovation Wave and the Energy Systems Integration but also foresees a ‘fit for purpose’ review of the Energy Efficiency Directive, the Renewables Directive and the Energy Performance of Buildings Directive. This means an unparalleled opportunity for not just an ambitious, but also a holistic approach where all ‘cogs’ of the energy wheel are reviewed, assessed and put together within the same timeframe. Add to that the corona recovery measures which both at EU and national level are highly tinted in green tones and it becomes clear why now is the moment for ambitious policies and standards for buildings to be developed in parallel, to ensure a lasting transformation of the building sector while recovering better for climate and economies. Let’s make this a green restart.
La oportunidad está aquí, y también lo está el ímpetu político a nivel de la UE, donde el Pacto Verde ya describe acciones no solo sobre la Ola de Renovación y la Integración de los Sistemas Energéticos, sino que también prevé una revisión "adecuada para el propósito" de la Directiva de Eficiencia Energética, la Directiva de energías renovables y la Directiva de eficiencia energética de los edificios. Esto significa una oportunidad incomparable no solo para un enfoque ambicioso, sino también holístico, en el que todos los "engranajes" de la rueda de la energía se revisan, evalúan y ensamblan en el mismo período de tiempo. Si a eso le sumamos las medidas de recuperación, que tanto a nivel de la UE como a nivel nacional están muy teñidas en tonos verdes, queda claro por qué ahora es el momento de desarrollar en paralelo políticas y estándares ambiciosos para los edificios, para asegurar una transformación duradera del sector de la construcción mientras se recuperan mejor el clima y las economías. Hagamos de esto un reinicio ecológico.
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